Cada año, miles de personas se ven afectadas por accidentes o enfermedades que limitan o anulan por completo su capacidad para trabajar. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se estima que cerca de un millón de personas reciben una pensión por incapacidad permanente en España, y de ellas, al menos 40,000 padecen una gran invalidez.
La vida es impredecible. Una persona que parece sana puede experimentar un cambio drástico debido a un accidente o enfermedad, enfrentándose repentinamente a una incapacidad permanente. Esto resalta la importancia de tener un conocimiento claro sobre las opciones disponibles en caso de que se presente esta situación.
En Oviedo, como en el resto de España, las pensiones por incapacidad permanente son una prestación económica destinada a cubrir la pérdida de ingresos que sufre un trabajador cuando, debido a una enfermedad o accidente, ve reducida o anulada su capacidad laboral. Esta prestación es gestionada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
Recientemente, ha habido un aumento significativo en las pensiones debido a ajustes por inflación, beneficiando a muchos ciudadanos que dependen de esta prestación. En octubre de 2024, las pensiones por incapacidad permanente experimentaron un incremento del 3,8%, lo que supone un alivio para los beneficiarios.
Además, los procesos de solicitud y revisión de estas pensiones se han digitalizado, permitiendo a los ciudadanos consultar el estado de sus trámites y aportar documentación de manera más eficiente a través de la sede electrónica de la Seguridad Social.
Enfermedades y Grados de Incapacidad
Las enfermedades que pueden causar una incapacidad permanente varían ampliamente, incluyendo condiciones como:
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Enfermedades crónicas (por ejemplo, diabetes, enfermedades cardíacas).
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Trastornos psiquiátricos (como la depresión severa o trastornos de ansiedad).
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Enfermedades neurodegenerativas (como el Alzheimer o la esclerosis múltiple).
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Accidentes laborales o de tráfico que resultan en lesiones graves.
Para evaluar el grado de incapacidad, se utilizan criterios establecidos por el Sistema Nacional de Salud y otras entidades que consideran la capacidad funcional del individuo.
¿Qué es la Incapacidad Laboral?
La incapacidad laboral se produce cuando un trabajador no puede desempeñar las funciones exigidas por su puesto. Esta situación puede ser resultado de accidentes o enfermedades que afectan de manera significativa su capacidad para trabajar. Según la Ley General de la Seguridad Social, la incapacidad se clasifica en dos categorías: temporal y permanente. La incapacidad permanente es aquella que se considera que va a durar indefinidamente.
La incapacidad está estrechamente relacionada con la capacidad de realizar actividades laborales. La incapacidad permanente se define como aquella en la que un trabajador ve reducida su capacidad laboral debido a una enfermedad crónica y definitiva, es decir, que perdura en el tiempo sin posibilidad de curación.
Tipos de Incapacidad Permanente en España
En España, existen cuatro tipos de incapacidad permanente:
Incapacidad permanente parcial:
Esta incapacidad ocasiona una disminución no inferior al 33% en el rendimiento para la profesión habitual del trabajador, pero no le impide realizar las tareas fundamentales de su trabajo.
Incapacidad permanente total:
Inhabilita al trabajador para su profesión habitual, aunque puede dedicarse a otra distinta. La pensión en este caso es del 55% de la base reguladora, incrementándose al 75% a partir de los 55 años debido a las dificultades para reinsertarse en el mercado laboral.
Incapacidad permanente absoluta:
Esta incapacidad inhabilita al trabajador para cualquier profesión u oficio. La pensión en este caso es del 100% de la base reguladora.
Gran invalidez:
Se otorga cuando el trabajador necesita la asistencia de otra persona para los actos más esenciales de la vida. La pensión incluye un complemento adicional.
Solicitud de Pensión por Incapacidad
Si una persona sufre una incapacidad permanente, puede solicitar una pensión por incapacidad. Esta pensión es una prestación económica que se otorga por una enfermedad (común o profesional) o un accidente laboral que reduce la capacidad laboral del afectado. El proceso de solicitud incluye la presentación de documentación médica y laboral, así como la evaluación por parte de un equipo médico del INSS.
Casos Relevantes
Un caso notable en Oviedo fue el de un trabajador al que se le restableció la pensión de incapacidad permanente total tras una sentencia judicial. El Juzgado de lo Social número 3 de Oviedo determinó que el trabajador seguía estando limitado para su profesión habitual y condenó al INSS a restablecer su pensión, que ascendía al 55% de su base reguladora.
Diferencias entre Tipos de Incapacidad
La incapacidad permanente parcial se refiere a una situación en la que la reducción en la capacidad de trabajo no supera el 33%. La persona afectada todavía puede realizar las tareas fundamentales de su profesión. En este caso, no se otorga una pensión, sino una indemnización a tanto alzado equivalente a 24 mensualidades de su base reguladora, pagada en un solo desembolso.
La incapacidad permanente total, por otro lado, se aplica a aquellos que no pueden realizar las funciones esenciales de su profesión habitual. En estos casos, la persona puede solicitar una pensión que ascendería al 55% de la base reguladora, pudiendo incrementarse hasta el 75% a partir de los 55 años, debido a las dificultades para reintegrarse al mercado laboral.
Cuando la incapacidad es resultado de una enfermedad común, la pensión se paga en catorce mensualidades al año. Si la causa es una enfermedad profesional o un accidente laboral, el pago se realiza en doce mensualidades, con las dos pagas extras distribuidas proporcionalmente.
Incapacidad Permanente Absoluta y Gran Invalidez
La incapacidad permanente absoluta se refiere a aquellos que están completamente inhabilitados para realizar no solo su profesión, sino cualquier actividad laboral. En este caso, se concede una pensión del 100% de la base reguladora, que puede aumentar si la incapacidad se debe a una enfermedad profesional o un accidente laboral.
Además, las pensiones por incapacidad permanente pueden incluir complementos, como los de maternidad, que incrementan la cuantía en caso de haber tenido hijos.
Finalmente, la pensión por gran invalidez se otorga como un complemento a la pensión por incapacidad permanente absoluta, cuando la persona incapacitada no solo tiene patologías que le impiden trabajar, sino que también necesita la asistencia de un cuidador para las actividades diarias. Este tipo de incapacidad incrementa la pensión con una ayuda económica equivalente al 45% del salario mínimo interprofesional, y puede aumentar si la persona tiene hijos o familiares a su cargo.
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